"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido"
Malcom X
En 1977 se estrena la primera parte de La Guerra de las Galaxias (Star Wars), dirigido por el entonces joven director George Lucas. De manera sorprendente la película mantendría miles de aficionados a la ciencia ficción durante más de treinta años. Creando un largo imperio de productos relacionados a Star Wars; 3,4 mil millones de dolares en recaudación por sus peliculas, nada en comparación a los 9 mil millones de dolares en la venta de merchandising.
Ojo entonces, hay que además recordar que en esa misma época, la publicidad avanzó considerablemente. Ya no eran sólo anuncios o mensajes radiales, la competencia en este nueva sociedad de consumo era más exigente. El cine y la televisión, como era previsible, tomaron protagonismo.
Ojo entonces, hay que además recordar que en esa misma época, la publicidad avanzó considerablemente. Ya no eran sólo anuncios o mensajes radiales, la competencia en este nueva sociedad de consumo era más exigente. El cine y la televisión, como era previsible, tomaron protagonismo.
Los medios de comunicación comienzan un nueva cruzada para un nuevo mensaje comunicativo, poseían ahora nuevas herramientas tecnológicas para convencer, no sólo con la palabra, sino con imagenes, sonido, efectos especiales sacados de la imaginación de genios como George Lucas, quizá el director más adelantado a su epoca en cuanto a tecnología, tanto así que el éxito visionario de su película inspiró a que varios de los artilugios y naves espaciales sean ahora realidad para la ciencia.
Vuelvo a recordar todo esto porque hay algo fascinante en la película que merece ser mejor entendido...
Un jedi, guerrero con poderes místicos en la saga de ciencia ficción, podía convencer fácilmente a cualquier ser viviente, solo levantando su mano y enunciando un ligero discurso poco elocuente. Volver a imaginar aquel suceso, en que Obi Wan convence al alienigena del planeta desértico en el que se encontraba; verlo extender su mano y persuadirlo para que lo dejé entrar a la ciudad, explicando a discreción que "..las mentes débiles son fáciles de convencer" es potencialmente todo lo que se proponía representar los nuevos medios de comunicación.
George Lucas se adelantaría a describir la constante para el mundo publicitario y la comunicación en general. No se trataba solamente del "qué se dice", sino tambien del "cómo se dice" y en su extensión del "quién lo dice".
Extender la mano y convencer por arte de magia no es algo muy sencillo y sin embargo Star Wars, siendo entendida como una realidad falsa, ha logrado sobrevivir durante todo este tiempo; proponiendo -inclusive- nuevos desafios para la tecnologia y ubicandose como parte importante de nuestra propia cultura de masas.
Extender la mano y convencer por arte de magia no es algo muy sencillo y sin embargo Star Wars, siendo entendida como una realidad falsa, ha logrado sobrevivir durante todo este tiempo; proponiendo -inclusive- nuevos desafios para la tecnologia y ubicandose como parte importante de nuestra propia cultura de masas.
¿Cómo lo hizo? La ficción, del término latino fingere: plasmar, formar, imaginarse, figurarse, suponer; en otras palabras "formar con la fantasía", ha cambiado de significado al acortarse los limites de lo posible (realidad) y lo no posible (ficción).
Es ridículo, por ejemplo, pensar que algún tipo de fuerza cósmica o espiritual se produzca al levantar la mano, que además pueda funcionar para conseguir lo que uno quiere. Sin embargo, la ficción en Star Wars hace todo lo imposible. Las naves, el espacio y sus millones de estrellas a tan pocos metros de tu realidad inmediata. Bajo ese contexto, también creemos que puedan existir poderosos guerreros con sables de luz y poderes mentales. Sólo para citar un ejemplo; en el 2008, por el 30 aniversario de Star Wars en Japón, el actor que interpretó a uno de estos personajes de ficción cobró 187 dólares por firmar su autografó. La firma decia: Luke Skywalker, al costado -poco menos conocido- Mark Hamill.
Es ridículo, por ejemplo, pensar que algún tipo de fuerza cósmica o espiritual se produzca al levantar la mano, que además pueda funcionar para conseguir lo que uno quiere. Sin embargo, la ficción en Star Wars hace todo lo imposible. Las naves, el espacio y sus millones de estrellas a tan pocos metros de tu realidad inmediata. Bajo ese contexto, también creemos que puedan existir poderosos guerreros con sables de luz y poderes mentales. Sólo para citar un ejemplo; en el 2008, por el 30 aniversario de Star Wars en Japón, el actor que interpretó a uno de estos personajes de ficción cobró 187 dólares por firmar su autografó. La firma decia: Luke Skywalker, al costado -poco menos conocido- Mark Hamill.
"La fuerza" o "El signo"
Tratemos de rescatar un poco de este fenomeno que se da al comunicar. Entenderlo no como palabra sino como un signo. Obi wan era -despues de todo- un sacerdote y no un guerrero. Para las analogias de la época eso tenía un significado. Un sacerdote en la pelicula de ficción futurista más destacada del siglo pasado. Tener presente esto es tener en cuenta que todo lo que comunicamos (sea escrito, hablado, actuado o explicado) tiene un significado.
Inclusive el silencio que es, en una pelicula muda, la forma más intensa de transmitir emociones. Chaplin era un genio en esta faceta, tanto así que después de llegar el sonido a los cines, el seguía haciendo peliculas mudas, y a la gente asistía con igual frecuencia.
Entonces, el intento de no comunicarnos sería un fracaso incluso para Obi Wan. Sin embargo, también hay métodos para evitar que alguien perciba lo comunicado. La publicidad de los cigarrillos y bebidas alcohólicas, por ejemplo, son expertas en este tema. Su etiqueta siempre tiene una advertencia gigante "Fumar es dañino para la salud" pero seguimos fumando. ¿Se dan cuenta?
Entonces, el intento de no comunicarnos sería un fracaso incluso para Obi Wan. Sin embargo, también hay métodos para evitar que alguien perciba lo comunicado. La publicidad de los cigarrillos y bebidas alcohólicas, por ejemplo, son expertas en este tema. Su etiqueta siempre tiene una advertencia gigante "Fumar es dañino para la salud" pero seguimos fumando. ¿Se dan cuenta?
El enredo comunicativo es extenso y complicado, más aún con todos los avances multimedia. Si quisieramos descifrar y entender estos fenómenos recomendaría aprender un poco de Obi Wan y ensayar a ser un jedi en la comunicación. Manejar aquel lenguaje verbal y no verbal de tu oponente (receptor), saber analizar su contenido, proyectarlo a otro nivel e inclusive manipularlo; o mejor aún, manejar el lenguaje tecnológico, las redes sociales, la abundancia de información, las graciosas (y a veces confusas) manifestaciones de estados emocionales a través de pequeños signos alfanuméricos; todas esas cosas que tan importantes se han vuelto con la llegada del Internet.
Para ser un jedi de la comunicación
Estreno este blog con un sencillo aporte a todo lo ya antes escrito. El corto "La historia de un letrero" transmite todo aquello que no acertamos a prestar atención en la rutina diaria y sin embargo tiene un significado precioso, lo veamos o no, ya que siempre estamos transmitiendo algo. Aprender de estas experiencias es ejercitar nuestra captación del mensaje comunicativo. Después quizá, con mucha mayor experiencia, podamos hacer magia con la palabras.
HISTORIA DE UN LETRERO (THE STORY OF A SIGN)
