"Las historias sólo suceden a quienes son capaces de contarlas. De la misma manera, quizá, las experiencias sólo se presentan a quienes son capaces de tenerlas"
Habitación cerrada, Paul auster.
Escribir será siempre un proceso minucioso y muy personal. Íntimo diria yo. Escribir como lo hace García Márquez o Vario Vargas Llosa sería imposible si no se ha dedicado sangre, sudor, lágrimas y tinta para ello. Aclaremos, eso sí, que no se podría escribir en total soledad; aunque tampoco en total compañia. El escritor debe saber como interiorizar la realidad. Vivirla, luego contarla. Esto es, en palabras de una joven periodista, ya fallecida, chilena, y de nombre Jimena Pinilla, "sentarse a caminar"; es decir, escribir.
"La literatura fuera el mejor juguete que se ha inventado para burlarse de la gente", escribe GABO en Cien años de soledad. Y es posible que sea verdad. La ficción tomada de la imaginación de grandes literatos en la historia nos ha entretenido y hasta nos ha puesto a dudar de la realidad.
El codigo da vinci, escrito por Dan Brown, ha hecho lo que casi 900 años de historia no han podido. Desconfiar en la iglesia católica, hasta hace poco, hubiera sido motivo de excomunión. Pero no es verdad. Y sin embargo esperamos que no sea mentira. A todo esto Dan Brown ha declarado "Yo no he escrito un libro sobre verdades y mentiras. Simplemente, un libro que ha despertado la curiosidad de la gente en el pasado." ¿Se dan cuenta?
El codigo da vinci, escrito por Dan Brown, ha hecho lo que casi 900 años de historia no han podido. Desconfiar en la iglesia católica, hasta hace poco, hubiera sido motivo de excomunión. Pero no es verdad. Y sin embargo esperamos que no sea mentira. A todo esto Dan Brown ha declarado "Yo no he escrito un libro sobre verdades y mentiras. Simplemente, un libro que ha despertado la curiosidad de la gente en el pasado." ¿Se dan cuenta?
El texto escrito siempre será una exteriorización de una percepción personal. Algunas brillantes; pero nunca todas. Las que realmente valen la pena, curiosamente, son las que se asemejan mas a la realidad, o en el mejor de los casos, te hacen creerlo.
"Suelo callarme cuando me toca la suerte de oír algo sabio, o cuando estoy a punto de decir sandeces o cuando me he convencido de que el diálogo no sirve para nada. Pero también cierro la boca cuando me doy cuenta de que estoy frente al más perfecto conversador, aquel que sabe mentirme con una historia fabulosa o una teoría fascinante. si me toca tropezarme con alguien así, no cometo la torpeza de interrumpirlo y acusarlo de fanfarrón. Le doy el privilegio de mentir impunemente, porque, en el fondo, sé que no miente sino que fabula deliciosas historias como un acto de generosidad con su auditorio."
J. Villanueva Chang
También está la pregunta ¿por qué escribir? o ¿por qué ser escritor?. En el 2006, Paul Auster, ganador del premio Principe de Asturias, preparó un magistral discurso de agradecimiento. En sus primeras lineas respondió a esta pregunta con absoluta sencillez.
"No sé por qué me dedico a esto. Si lo supiera, probablemente no tendría necesidad de hacerlo. Lo único que puedo decir, y de eso estoy completamente seguro, es que he sentido tal necesidad desde los primeros tiempos de mi adolescencia. Me refiero a escribir, y en especial a la escritura como medio para narrar historias, relatos imaginarios que nunca han sucedido en eso que denominamos mundo real. Sin duda es una extraña manera de pasarse la vida: encerrado en una habitación con la pluma en la mano, hora tras hora, día tras día, año tras año, esforzándose por llenar unas cuartillas de palabras con objeto de dar vida a lo que no existe?, salvo en la propia imaginación. ¿Y por qué se empeñaría alguien en hacer una cosa así? La única respuesta que se me ha ocurrido alguna vez es la siguiente: porque no tiene más remedio, porque no puede hacer otra cosa" Premio Principe de Asturias de letras, 2006
Tal vez un escritor sea sólo eso y ninguna otra cosa. A veces parece obvio leer cosas que encontramos en los libros. Uno cree haberlo pensando antes, pero ¿en verdad lo hicieron?.
Y justamente ahí radica la dificultad del escritor. La sencillez para hacer creible una historia. Para que tenga coherencia. Para que un montón de letras escritas en un papel se parescan a la realidad. Gabriel García Márquez, en el documental "El oficio del escritor" lo considera un oficio igual de sencillo que la carpintería. Se consigue la madera y poco a poco se va armando esa imagen en tu mente. Un sillón, un ropero, una cama. El oficio del carpintero, entonces, es el mismo del escritor. A estas alturas, un pretencioso sólo escribe para si mismo y difícilmente puede percibir la realidad.
"El escritor ha de hablar como todos hablamos, no como un Apolo que pronuncia oráculos anfibiológicos ni como una esfinge que propone enigmas indescifrables"
Manuel Gonzales Prada
1 comentario:
Jimena es peruana. Trabajó en el COmercio.
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